miércoles, 22 de septiembre de 2010

A vueltas con el observador

El otro día en el programa de la cadena Cuatro "El hormiguero" Elsa Punset nos proponía un ejercicio que me resultó interesante por lo curioso de la explicación que el presentador, Pablo Motos y la propia Elsa dieron.

Ambos hablaban de la plasticidad del cerebro o lo que vendría a ser la capacidad del cerebro para crear y potenciar nuevos "caminos neuronales". El presentador ponía el ejemplo de la persona que ha tenido durante un tiempo el brazo escayolado. Al retirar el yeso notamos como ese brazo está más delgado como consecuencia de la pérdida muscular. Pablo Motos lo resumía en que el cerebro no había enviado energía a ese brazo ya que no era un órgano que se necesitara.

A renglón seguido proponía realizar el ejercicio de pensar cada noche, durante 15 días, antes de dormir en, al menos, 10 cosas que nos hubieran hecho feliz en el día. De tal manera que enseñáramos al cerebro un nuevo objetivo al que destinar la energía y así de paso, atrofiar los caminos que nos hacen ir a esos rincones de pensamientos obscuros y negativos.


En estos días he puesto en práctica el ejercicio y, si bien, los primeros días me costó encontrar más de 3 cosas que me hicieran feliz, al octavo día me es más fácil encontrar más de 10 cosas por las que sentirme contento.

Todo sea por cambiar mi observador.

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