Esta semana hemos recibido el duro golpe de la noticia del fallecimiento de nuestro compañero Antonio.
No sé muy bien si las cartas que recibió de la baraja de la vida fueron malas o, más bien, no supo jugarlas, pero quiso la providencia que Antonio tuviera una segunda oportunidad.
Esta oportunidad le llegó de la mano de una de esas empresas de la otra economía, una de esas empresas que está cerca de los desheredados, de los que juegan al margen, de los que necesitan creer de nuevo en sí mismos para volver a empezar. Antonio encontró compañeros que se preocupaban por él, que le hicieron sentir importante porque realmente lo era, que le apoyaron y le ayudaron en su nuevo comenzar.
Antonio ha fallecido el mismo día que los periódicos se hacían eco de la despedida de Jean Claude Trichet al frente del B.C.E. (aunque su mandato termina el 31 de octubre y me temo que todavía tendremos oportunidad de oírle), un hombre de sobrada influencia en la Economía con mayúsculas, esa que hoy ocupa los titulares de todos los diarios europeos y del mundo y que rellena la agenda de los dirigentes mundiales pero que sigue alejada de las personas de la calle, de personas como Antonio y de todos aquellos que se levantan cada mañana para hacer posible otro mundo.
Arranca hoy la Semana de Lucha contra la Pobreza y en estos días estarás en nuestros corazones y estarás presente, de nuevo, en todo lo que emprendamos.
Gracias por habernos acompañado.
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