Los seres humanos somos capaces de alcanzar resultados asombrosos cuando cooperamos entre nosotros movidos por propósitos importantes y valores profundos.
Nuestra sociedad, nuestras organizaciones y empresas necesitan personas con coraje y audacia capaces de impulsar, movilizar y comprometer a personas en la realización de una meta o proyecto.
Pero, ¿cómo lo hacemos?, ¿cómo conseguimos generar el convencimiento suficiente para que las personas se comprometan con un fin?
- Estando convencido uno mismo.
- Predicando con el ejemplo.
- Generando confianza.
- Siendo modelo de entusiasmo.
- Transmitiendo pasión por lo que hacemos.
- Con argumentos claros; apelando a la razón pero también a la emoción.
El problema con que nos enfrentamos es que para poder desarrollar este modelo, para poder hacer lo que decimos que debemos hacer necesitamos personas con ciertas habilidades y competencias.
Necesitamos personas asertivas, empáticas, personas con una gran energía vital, con una gran capacidad de escucha y que puedan ofrecer a cada persona lo que necesita en cada momento. Y para todo esto no nos han educado.
Nuestra educación se ha basado, ha estado dirigida hacia el antiguo modelo de organización, hacia un modelo jerárquico, donde el error era fuertemente castigado sino motivo de burla, donde lo correcto era hacer lo que nos dijeran y nos correspondía, donde la innovación y la generación de ideas eran cosas de aquellos que ostentaban la autoridad, un modelo en donde nuestra libertad de pensamiento y acción quedaban encorsetadas.
Necesitamos personas capaces de generar cambios en nuestras organizaciones pero no estamos formados para ellos. Necesitamos personas que puedan crear equipos de trabajo, que sean capaces de formar, motivar y poner en común los trabajos, objetivos, y los logros obtenidos así como de aprender de los errores cometidos para mejorar en el futuro.
Y tú, ¿eres una de esas personas?
Gracias José Luis por esta reflexión tan lúcida que en pocas palabras nos describes sobre cómo se debemos gestionarnos para conseguir las metas que como organización empresarial o grupo social nos planteamos. Quería aportar un punto de vista que pretende ser un complemento a tus apreciaciones y que considero que es “la madre del cordero”.
ResponderEliminarComentas que necesitamos personas “formadas” que sean capaces de liderar y crear equipos, motivar, ser ejemplo y aunar sensibilidades y sinergias. Esto supone un cambio de roles, un cambio de reglas y lo más importante, un cambio de actitud radical. Las organizaciones empresariales están formadas por personas humanas que tienen una forma de “funcionar” que les hace ser y estar en un puesto de cierto nivel al que han accedido precisamente por tener la capacidad de realizar su trabajo de forma en que lo hacen. El problema viene cuando esas personas tienen que cambiar su actitud por otra diferente. Por lo general, el ser humano no acepta el cambio muy convencido. Y diría que incluso si el cambio es para mejor. Es una característica del ser humano y luchar contra ella tiene su dificultad.
Esto no es un “echar la toalla”. Ni mucho menos. Simplemente quiero dejar constancia de que considero que cambiar no es fácil o no es difícil, pero que requiere la acción positiva de la persona que tiene que cambiar. Es una lucha diaria y constante hasta ver que efectivamente se puede producir el resultado esperado o parecido al esperado. El reto está no desanimarse y creer firmemente en lo que se quiere conseguir.
Y como me encanta como acabas el articulo te lo copio Y tú, ¿eres una de esas personas?
Salud José Luis.
El elefante blanco