martes, 12 de julio de 2011

Casos a seguir, ejemplos a imitar.

La semana pasada me llegaba a través del blog de Arantza Ruiz, Historias de Cracks una de esas historias de éxito profesional. El caso de Elena Gómez del Pozuelo es uno de esos ejemplos que necesitamos en estos momentos de pesimismo nacional.

En estos tiempos en los que parece que los únicos heroes que presenta nuestra sociedad son nuestros deportistas y sus sonados éxitos es muy de agradecer a Arantza dar a conocer personas y proyectos profesionales y personales como el de Elena.

Nuestro problema es la confianza, nuestro país no genera confianza en el exterior, nuestros políticos no generan confianza en la gente, las grandes empresas del país no gozan del crédito de sus trabajadores ni de la población (y menos si se dedican a presentar ERE's con beneficios de escándalo), los agentes sociales no pueden movilizar a nadie porque no tienen ni propuestas ni la confianza de sus otrora incondicionales.

Y no digamos nuestras empresas, ¿cuántas personas se levantan cada mañana dispuestas a dar lo mejor de si mismas porque tienen confianza en su jefe, en sus compañeros/as? ¿Cuántas personas son capaces de afirmar que tienen fe ciega en su compañero, en su encargado, en su responsable, en el dueño de su empresa? Necesitamos transmitir confianza y eso se consigue, con proyectos claros, transparentes que aglutinen a personas responsables, que no den lo conseguido hasta ahora como algo hecho, personas que luchen cada día por avanzar con espíritu de equipo y con sentido de comunidad.

En nuestro país hay muchísimos casos como el de Elena y es ahí donde debemos mirar.

Gracias Arantza por difundirlo.

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